Y tú, ¿a quién le das poder en las redes sociales?

La polémica del mes se desató en Twitter en torno a la credibilidad y autenticidad de los influencers limeños. Si bien tienen bastante responsabilidad al ser creadores de contenido, lo ocurrido debería invitar a los consumidores a apostar por más originalidad en las redes sociales.
Jamás he sido una persona que “tira hate” como se le conoce al acto de hablar de forma negativa en redes sociales (una práctica bastante común en Twitter). Durante mucho tiempo, incluso, defendía a capa y espada a varios influencers limeños. A pesar de no seguir a casi ninguno, sí respetaba su trabajo como creadores de contenido. Para mí, no solo es un ‘chambón’ editar una foto, sino también hacerlo todos los días.
Sin embargo, en los últimos días, no me han quedado muchas palabras para defender a varios influencers limeños. Aunque tampoco me he sumado al lichamiento mediático, considero que en algún momento era inevitable que la bomba estallara en redes sociales.
En Twitter, por ejemplo, al ser una de las redes sociales donde más abunda el hate (suele ser un espacio donde hasta yo misma comparto mis días difíciles en contraste a lo que comparto en Instagram), empezaron a aparecer cientos de tweets trayéndose abajo la reputación de varios influencers.
Punto de quiebre
¿Qué opino? La gente se ha cansado de ver más de lo mismo: los mismos filtros, las mismas poses y/o hasta los mismos estilos en cientos de cuentas. Lo cierto es que esta pandemia nos ha tenido más aburridos y con más tiempo libre que de costumbre.
No justifico el linchamiento mediático, pero sí me pregunto: ¿dónde han quedado esos días donde cada blogger/influencer tenía esencia propia? Creo que gran parte de la culpa viene de las marcas, que le regalan el mismo producto a diez influencers para publicitario en redes; pero también creo que es culpa de los usuarios.
“Con ese simple acto de dar “follow” ya le estamos dando poder a una persona de llegar a ser “líder de opinión” en determinado rubro”.
Aquí no hay víctimas ni victimarios. Dar click en el botón “follow” es tan fácil que nos hemos olvidado de hacer un mini research básico para afirmar si estamos siguiendo a alguien original o solo a alguien que nos parece cool y tiene varios seguidores. Y no solo eso: con el simple acto de dar “follow” ya le estamos dando poder a una persona y la posibilidad de llegar a ser “líder de opinión” en determinado rubro.
Si una reflexión quiero dejar con este texto es que apostemos por ser más auténticos en redes sociales y por consumir autenticidad. Y no solo eso: también creo que, dentro de pocos meses, empezará el auge de aquellos influencers que ofrezcan algo más que un par de zapatillas bonitas.