¿Realmente tengo que ser vegana para salvar el medio ambiente?

La deforestación para crear espacios de ganadería es uno de los principales problemas que afronta el medio ambiente. Pero la realidad es que no todas podemos volvernos veganas, especialmente porque no tenemos acceso a los mismos alimentos, suplementos, atención médica, etc. ¿Qué tan cierto es que hay que dejar de consumir carne para contribuir con un mundo mejor?
A raíz de los incendios en el Amazonas, un montón de personas compartieron posts diciendo que, si realmente te importa el medio ambiente y el Amazonas, tienes que ser vegana. En pocas palabras: si no eres vegana, eres una hipócrita.
Definitivamente, la deforestación para crear espacios de ganadería es uno de los principales problemas que afronta el medio ambiente. Sin embargo, no es una realidad ni es saludable para todas las mujeres el ser veganas.
Sé que a muchas mujeres les va genial vivir sin consumir productos de origen animal y, probablemente algunos me critiquen, pero hay que ser realistas y sinceros: ser vegana no es la mejor opción de alimentación para una mujer. Muchas veces, al eliminar por completo los productos de origen animal de la dieta, se generan desórdenes hormonales muy fuertes que pueden afectar el ciclo menstrual y la fertilidad.
¿Qué se puede hacer? Comprar carne de productores responsables; comprar carne de vacas alimentadas con gras orgánico; y, definitivamente, reducir el consumo de carne. Una vez que empiezas a ser más consciente por averiguar de dónde proviene la carne que estás comprando, empezarás a ser más responsable con tu consumo.
Días sin carne
Para los días “libres de productos animales” aquí algunas combinaciones importantes que puedes tomar en cuenta:
- Mezclar un cereal (arroz, quinua, trigo o kiwicha) con una menestra (lentejas, garbanzos o frejoles).
Esta combinación de cereal + menestra forma una proteína completa, ya que los cereales carecen de lisina mientras que las menestras carecen de metionina (uno tiene el aminoácido que le falta al otro y viceversa). Son literalmente el uno para el otro. Es importante servirte más menestra que cereal: podría ser 1 taza y media de menestra con ½ a 1 taza de cereal.
- Al plato de menestras le puedes exprimir el jugo de un limón antes de comer, ya que la vitamina C mejora la absorción del hierro.
Evita comer alimentos ricos en hierro junto con alimentos ricos en calcio. Estos dos minerales compiten y entre ellos inhiben su absorción. Es mejor comerlos separados.
- Comer una amplia variedad de verduras de diferentes colores. Aquellas con colores más fuertes suelen ser las que tienen más antioxidantes y nos ayudan a tener un sistema inmune fuerte. Además, actúan como antiinflamatorios y reductores de estrés celular.
Algo que siempre digo es que la alimentación no tiene que tener un nombre, una regla ni un patrón estricto. No es necesario ser vegana para reducir tu huella en el planeta. ¿Qué tal si tienes uno o dos días a la semana sin productos de origen animal? Así ya estarías haciendo un cambio, sin necesidad de tener que modificar drásticamente tu alimentación.
Ser vegana en el Perú
Como mencioné anteriormente, no todas tenemos las mismas necesidades ni el acceso a los mismos alimentos. No es la realidad del Perú, donde muchos niños no tienen acceso a alimentos de alto valor nutricional y para ellos un vaso de leche es un gran alimento económico: 200 ml (un vaso) aporta proteínas, carbohidratos, grasas, calcio, fósforo, zinc, magnesio, yodo, selenio, vitamina A, D y del complejo B.
Este es un pequeño ejemplo de por qué no debemos juzgar la alimentación de ninguna persona. Cada uno adapta su alimentación a su propia realidad, gustos y costumbres. Además, existen muchísimos hábitos no alimenticios que también ayudan a minorar la huella en el planeta como reducir el consumo de plástico, comprar prendas sostenibles, utilizar medios de transporte ecológicos, entre otros cambios eco friendly.
Finalmente, sugiero que la mejor forma de cuidar el medio ambiente es conociéndolo. Viajen con sus hijos por el Perú para que conozcan sus paisajes, practiquen deportes al aire libre y tengan contacto con la naturaleza. Solo así podrán valorar y cuidar el país tan rico y diverso en el que vivimos. Ser vegano no es la única solución.