¿Qué es lo que debes saber antes de comprarte un corrector de ojeras?

El corrector de ojeras es, para mí, tan infalible en darme la sensación de estar despierta, como el espresso doble que me tomo por las mañanas. Es un game changer total. Sin embargo, para que un corrector de ojeras funcione correctamente lo más importante es tener tu piel totalmente saludable.
A continuación te daré algunos consejos que a mí me han funcionado para tapar mis ojeras.
Algo que sí o sí debes saber antes de correr a comprarte un corrector es que el producto no hará magia en tus ojeras si tu piel no está bien cuidada. Es más, me atrevería a decir que el maquillaje puede hacer que tu piel, especialmente la piel debajo de los ojos, se vea peor si no realizas una rutina de cuidado adecuada.
Existe tal variedad en el mercado que puede ser abrumador elegir el producto correcto, y en muchos casos es posible que tengas que hacer prueba, ensayo y error, hasta encontrar el adecuado.
En cuanto a la textura, sea líquida o cremosa, depende mucho de gustos y el tipo de cobertura que buscas. Los correctores líquidos tienden a cubrir menos que los cremosos, pero su textura ligera suele ser ideal para algunas personas.
¿Cuál es el primer paso?
Tener una buena crema de contorno de ojos, ya sea hidratante o correctiva (por ejemplo, una que contenga compuestos específicos para ciertas necesidades). Sí, es indispensable que esa zona de tu rostro esté hidratada, ya que muchos correctores tienden a secar bastante esa parte, intensificando las líneas de expresión y la textura de esa área.
Tras haber puesto especial cuidado en tu piel, es momento de elegir el corrector o correctores, puede ser que necesites dos, ideal para ti. ¿Cómo escogerlo? Busca uno que sea casi igual a tu tono de piel, no mucho más claro porque eso hará que tus ojeras se noten más y la tonalidad se tornará grisácea. En líneas generales, el corrector debería ser uno a, como máximo, dos tonos más claro que la base que utilizas. Pero, como siempre existen excepciones a la regla, todo depende de la coloración de tus ojeras.
Por ejemplo, si tus ojeras tienen un tono azulado, es recomendable utilizar un corrector que “cancele” el azul. Para esto utilizamos un corrector con tonalidad amarilla. El amarillo es, en el círculo cromático, el negativo del azul, por lo cual es el elegido para “anularlo”. Luego de haberlo difuminado con los dedos, brocha o esponja, puedes aplicar un corrector un tono más claro que nuestra base.
Si tus ojeras tienen un tono marrón debes utilizar primero un corrector con una tonalidad salmón o, incluso, un poco anaranjada; esta anulará el marrón. Luego de difuminarlo aplica un corrector un tono más claro que la base.
El corrector se debe sellar siempre con polvos translúcidos. Es importante que los elijas con cuidado para evitar el famoso “flashback”, o efecto fantasma, que se refiere al rebote de los polvos en una foto, o para evitar que se asienten en las líneas de expresión, dándole una apariencia envejecida a la piel.
No existe una sola forma de aplicar los polvos. Pero mi recomendación es aplicarlo de forma triangular, y difuminar con suaves toques expandiendo hacia los pómulos. Se puede aplicar con los dedos limpios, una brocha difuminadora o con una esponja tipo beauty blender ligeramente húmeda.
Mi selección personal de correctores
Para mí es imprescindible tener un corrector de ojeras en mi kit de maquillaje. Este pequeño producto puede ser el mejor aliado diario para darle un boost a tu look.
Mis favoritos son:
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