¿Puedes ser adicta a un vibrador?

La preocupación por la “adicción” a los vibradores se debe al miedo de que una máquina reemplace la necesidad de tener sexo con una pareja humana. Si bien todos tenemos puntos de vista distintos –culturales o personales- en relación a los sex toys, no existen datos empíricos que respalden la noción de que una mujer puede ser adicta a un vibrador.
He escuchado a personas de todos los géneros y orientaciones sexuales preocuparse por su dependencia a los sex toys. Esta preocupación por la “adicción” a los vibradores se debe al miedo de que una máquina reemplace la necesidad de tener sexo con una persona. También está relacionada a sentimientos de vergüenza y culpa asociados con la masturbación y el placer sexual femenino.
Lo cierto es que los no existen datos empíricos que respalden la noción de que una mujer puede ser adicta a un vibrador. Los juguetes no dañan la vulva/vagina. Y hay muy pocas personas que elegirían un pedazo de silicona con motor en vez de una pareja viva.
No, no es una adicción
Si usas el vibrador para todos tus orgasmos, es muy fácil que te acostumbres al orgasmo inducido. Nada 100% humano se puede comparar con la estimulación que proporcionan la gran mayoría de vibradores. Sin embargo, eso no significa que seas adicta. La adicción implica “tolerancia”. Es decir, que con el tiempo necesitarás más de la estimulación para lograr la misma respuesta fisiológica.
“Si el uso excesivo de un vibrador o un juguete sexual empieza a interferir con tus responsabilidades laborales, tu vida social o tus ganas de compartir tu sexualidad con una pareja, deberías visitar a un terapeuta”.
Está demostrado que la actividad cerebral de los alcohólicos o drogadictos no se parece en nada a la de una persona “adicta al sexo”, por lo que la palabra adicción puede ser muy dañina como diagnóstico. Eso sí: si el uso excesivo de un vibrador o un juguete sexual empieza a interferir con tus responsabilidades laborales, tu vida social o tus ganas de compartir tu sexualidad con una pareja, deberías visitar a un terapeuta.
El ansiado clímax
Llegar al clímax puede ser bastante fácil (y rápido) con la ayuda de un vibrador, por lo que muchas personas se aburren y/o frustran cuando tratan de lograr un orgasmo y no llegan con la misma eficiencia, velocidad y/o intensidad que cuando usan su juguete favorito.
Es muy importante tener en cuenta que esto también ocurre si tienes una técnica específica (con o sin juguete) de masturbarte. Si existe una falta de variedad dentro de tu rutina de amor propio y auto-placer, puedes tener dificultades para llegar al orgasmo cuando decidas variar.
Si se utilizan como parte de una vida sexual saludable -a solas o compartida-, los vibradores pueden ser una forma maravillosa de explorar el cuerpo y empoderarte de tu placer. Son una herramienta increíble que, incluso, puede servir de maneras terapéuticas. Comprar un vibrador es una forma de priorizar tu sexualidad y placer pero, al igual que con cualquier otra cosa en esta vida, tienes que ser consciente de su uso.
Redactora de sexualidad en Vitamina M. Fundadora de “Corazón con leche”. Psicóloga y bióloga.