No puedo ser madre: ¿qué opciones existen para desafiar a la naturaleza?

En uno de mis primeros artículos hablé sobre el fenómeno de las mujeres que no quieren ser madres, pero ¿qué ocurre con las que tienen el deseo, pero no la posibilidad? ¿Qué opciones existen para desafiar a la naturaleza y poder tener hijos cuando la biología nos lo impide?
Antes que nada, es importante aclarar que, contrario a lo que se cree, solo el 40% de los problemas de infertilidad son responsabilidad de la mujer (40% son de los hombres y el otro 20% de ambos).
Una situación muy difícil
¿Recuerdan cuándo estaban en el colegio y en el Día de la Madre había un niño sin mamá? En mi caso pasó un par de veces (mi mamá debía trabajar), pero también habían niños que no tenían mamá y dejaban de ir a esos eventos.
Algunos colegios, incluso, han optado por eliminar esa celebración y la del Día del Padre para celebrar el “Día de la Familia”. Recordé esto cuando, hace 2 semanas, mi empresa celebró esta fecha e invitó a todas las mujeres con hijos. Me quedé en mi sitio sin darle mayor importancia (no soy ni quiero ser madre, así que ir a la ceremonia me es indiferente), hasta que noté que no a todas les daba lo mismo.
Hay mujeres en mi área que quieren ser madres, que lo desean con todas sus fuerzas, pero por diferentes motivos no pueden. No digo que las empresas dejen de celebrar el Día de la Madre, pero los invito a reflexionar sobre lo que sienten aquellas personas que, queriendo ser madres, no pueden.
La adopción:
La primera opción en la que se piensa para aquellos que no pueden tener hijos es la adopción. Parece lógico: tantas mujeres que no quieren ser madres, tanta gente exigiendo que el aborto siga siendo ilegal y tantos niños abandonados que quisieran un hogar (más de 15 mil) y, sin embargo, la adopción en el Perú es muy poco común.
En primer lugar, para adoptar en el Perú debes haberte casado (los adoptantes solteros, viudos o divorciados se aceptan solo en algunos casos y con requisitos adicionales, limitando también la edad del niño acogido).
Además, quienes solicitan la adopción deben tener entre 25 y 55 años, haber convivido 2 años como mínimo, tener al menos secundaria completa como grado de instrucción y, adicionalmente, asistir a un Taller de Formación en la Secretaría Nacional de Adopción.
“Por ello, en los primeros 4 meses de 2018, solo 48 menores fueron adoptados, mientras hay más de 250 las familias a la espera de adoptar”.
La edad del niño que se adopta varía también según la edad de los padres y, además de todos los requisitos y restricciones, el proceso de adopción suele ser bastante largo. Son 3 meses para que te capaciten, 4 meses para que te evalúen, un plazo indeterminado para que te designen como adoptante apto, 2 meses de adecuación con el niño y 3 años de postadopción (visitas de acompañamiento semestrales a las familias).
Sin la última etapa, el proceso dura, en promedio, más de un año. Es tan lento y engorroso el trámite que muchos peruanos optan por hacerlo en otros países. Por ello, en los primeros 4 meses de 2018, solo 48 menores fueron adoptados, mientras hay más de 250 las familias a la espera de adoptar.
Inseminación artificial:
Esta es otra opción para parejas con problemas de fertilidad. Se trata de una técnica sencilla, por la cual se prepara una muestra de semen en un laboratorio (de la pareja o un donante) y se coloca en el útero de la mujer.
Es un procedimiento que, aunque implica la administración de medicamentos, no conlleva riesgos para la salud de la paciente más allá de algunos efectos secundarios producidos por las hormonas.
Contrario a lo que se cree, los bebés que nacen de estas técnicas no aumentan su riesgo de ser prematuros o de tener síndrome de Down (ya que no se hace ninguna manipulación genética). Lo que sí es cierto es que aumenta la probabilidad de embarazo múltiple: 1 de cada 5 casos de reproducción asistida termina con dos o más embriones.
Fertilización in vitro:
La diferencia con el método anterior es que, en este caso, la unión del óvulo y el espermatozoide se da en el laboratorio y, una vez es creado el embrión, este se transfiere al útero de la mujer que desea ser madre.
La complejidad de esta técnica es mucho mayor y se utiliza cuando los problemas de fertilidad no permiten la mencionada anteriormente (se recomienda a parejas que tienen años intentando un embarazo).
Esta técnica es cada vez más común en el mundo y su precio en el Perú es menor que en países europeos o que en Estados Unidos (5 mil vs. 20 mil dólares).
Vientre de alquiler:
Finalmente, la gestación subrogada, más conocida como “vientre de alquiler”, es el método por el cual el embrión de una pareja se gesta en otra persona. Aunque esta práctica existe desde los años 70s, en Perú no está regulada, por lo que no se prohíbe, castiga ni reglamenta. Esto, evidentemente, no significa que esto no ocurra en el país: las mujeres cobran entre 40 mil y 70 mil soles por dar a luz un hijo ajeno.
Hay organizaciones especializadas en esta actividad; sin embargo, el vacío legal implica que se cometan varios delitos alrededor de esta práctica, como son la falsificación de documentos, la explotación de menores o el chantaje (por ejemplo, si la mujer contratada luego exige más dinero para entregar al bebé).
En conclusión, para una pareja que no puede tener hijos quedan unas cuantas opciones. Si no tiene el dinero suficiente, estas opciones se van reduciendo. Lo lógico sería que el estado promueva la primera alternativa (adopción) en lugar de castigarla con requisitos y procedimientos engorrosos. Mientras tanto seguiremos teniendo familias que optan por adoptar a menores en otros países y niños peruanos que esperan, eternamente, encontrar un hogar.
Redactora de actualidad y política en Vitamina M. Psicóloga social con 7 años de experiencia en investigación de mercado.