Ni frívolas ni nazis

La semana pasada el ataque sufrido por Eyvi Ágreda, a quien su acosador le prendió fuego dentro de un micro, nos recordó la violencia que sufrimos las mujeres cada día. Esa semana, además, se celebraba un importante evento de moda en el país: LIFWeek. ¿Qué tienen en común estos eventos? Parecería que nada, pero un post en Facebook criticando a las fashion bloggers por cubrir el evento y no pronunciarse sobre el ataque a Eyvi nos hizo cuestionar varios temas.
Lo que decía el post:
“Hoy en día las fashion bloggers son un grupo de chicas que solo se dedican a promover estilos de vida consumistas bajo la premisa de “chicas las amo, esto solo lo hago por ustedes, besitos”. Personalmente, las admiraba un montón por la forma en que han construido su imagen en torno a los medios sociales, pero esta semana solo me decepcionan como seres humanos. No me imagino estar viviendo en una realidad como la nuestra y no sentir algún tipo de empatía con estas otras chicas que están siendo desfiguradas, matadas y violadas cada día, para luego publicar mis stories sobre lo nice que la estamos pasando en el #LIFWeek.” – Gabriela Cerna.
Lo que se critica de las Fashion Bloggers
Una de las críticas más comunes a estas chicas es que promueven un estilo de vida superficial, donde solo eres feliz si compras determinada marca de ropa o vas a ciertos lugares y eventos. La verdad es que, a diferencia de la televisión, en donde solo tienes 4 o 5 opciones de canales (la nacional, al menos), en internet las opciones son infinitas. ¿No te gusta el “estilo de vida superficial”? Puedes seguir cuentas de memes, de deporte, de vida saludable, de gatitos, de libros…, ¡lo que quieras! Es la maravilla del internet: cada uno es libre de seguir lo que y a quien quiera. A menos que me digan que una cuenta promueve el odio o la discriminación, si no te gusta, simplemente no la sigas.
Lo que se les criticó esta semana
Aunque creo en la libertad que tiene cada uno en hacer con su blog, cuenta o marca lo que quiera, sí me hizo reflexionar el post en el cual se cuestionaba el silencio de algunas fashion bloggers ante el ataque a Eyvi (no las voy a mencionar, porque no se trata de lapidar, sino de reflexionar). ¿Tienen derecho a no hablar sobre un tema, por más trascendental que este sea para las mujeres? Sí, están en todo su derecho. ¿Tienen la obligación moral de hacerlo? Esa cuestión es más difícil. Como lo dije, cada uno puede hablar de lo que quiera y promocionar el estilo de vida que quiera si este no le hace daño a nadie, pero pensemos en lo siguiente: si yo voy caminando por la calle y veo a un hombre golpear a una mujer, ¿debo hacer algo? En realidad, no es mi deber. Puedo seguir caminando como si nada pasara y nadie me puede obligar a intervenir, pero evidentemente no sería lo correcto. Creo que el ejemplo está claro: las bloggers pueden seguir posteando sobre el LIFWeek y sus looks sin mencionar lo que ocurre en el país, pero creo que no es lo correcto, en primer lugar, porque tienen un gran poder sobre sus seguidoras (más de 300 mil en algunos casos); no es solo la llegada a esa cantidad de gente, sino la admiración que muchas sienten por ellas, motivo por el cual sus post pueden tener un gran impacto positivo. En segundo lugar, porque no les cuesta nada: no les demanda tiempo ni recursos condenar lo que está ocurriendo y, con toda seguridad, no perderán seguidores si lo hacen.
“El público de esas personas es inmune”
Esas son las palabras textuales que usó un amigo para referirse a las fashion bloggers y sus seguidores, argumentando que sería en vano el pronunciamiento sobre un tema serio, porque “a ellas no les importa”. Él cree que quien escribe o sigue un blog de moda no puede interesarse en los feminicidios o la igualdad de género. Esto me hizo pensar durante días y darme cuenta de un problema mucho más grande que enfrentamos y es que en la mente de la gente, las mujeres solo podemos estar en uno de dos extremos: o somos completamente frívolas o somos feminazis. En la categoría “frívola” entrarían las bloggers y sus seguidoras, personas que solo piensan en moda, que dedican su tiempo a ir a la peluquería y su dinero a comprar ropa. Mujeres que, si leen, son solo revistas y que no pueden pasar frente a un espejo sin mirarse. Este es el estereotipo que refuerza la publicidad, donde una chica se prueba 30 vestidos antes de elegir uno. En la otra esquina están las feminazis: mujeres amargadas y masculinas que se dedican a criticar el machismo, a marchar y usan palabras como “patriarcado” o “heteronormativo”. ¿Se identifican con alguna? Yo no. La realidad es que casi ninguna mujer encaja en uno de estos moldes. A mí me gusta peinarme y ponerme un vestido un día, salir casi como una vagabunda al otro, leer a Virginia Woolf en la mañana y resolver un quiz de Cosmopolitan en la tarde, tomar gin tonic el sábado y hablar de política con mi papá el domingo. No somos frívolas y no somos nazis, somos seres complejos que nos podemos interesar por la moda e indignarnos por la violencia de la que somos víctimas.
Para terminar, quiero contarles algo que me pasó hace unos meses. Fui a una de las marchas de #NiUnaMenos y subí una foto a mis redes. Alguien me criticó por ir con la boca pintada. No entendí en ese momento cómo el pintarme la boca interfería con mi capacidad de marchar… Hoy entiendo que el hombre que me criticaba no podía concebir que una “feminazi” tuviera actitudes de “frívola”. Quiero destacar que Alessandra Denegri, quien asistió al LIFWeek, subió una foto con una prenda que llevaba escrito “Nos están matando”, como una forma de usar la moda para protestar sobre el tema. ¿Ven? Ni frívola ni nazi.
Redactora de actualidad y política en Vitamina M. Psicóloga social con 7 años de experiencia en investigación de mercado.
Buen post. Creo que hay mucho por hacer para abrirle la cabeza a la gente y mostrarles que con seres humanos no hay negro/blanco, frío/caliente, dios/diablo: somos mucho más complejos que eso, y el “estás con nosotros o en contra nuestra” era casi el lema de Hitler…
Normalmente no debería ser nuestro trabajo explicar, pero desde que el sistema educativo solo fabrica paporreteros, quien note el error tiene que joderse y empezar a hacerlo. Yo me lamentaba hasta que vi que no estoy solo en esta lucha.
Gracias.
P.S: Pensaba que Vitamina M era una agencia de marketing, lo siento.
Todos juntos en la lucha por romper estereotipos y hacer nuestra esta lucha <3