Los beneficios del ejercicio

Hay personas que creen que porque sus padres tienen sobrepeso es normal que ellos también lo tengan. La verdad es que siempre existe un factor genético, pero los genes pueden ser modificados para bien o para mal. El sobrepeso y la obesidad se heredan por costumbres y hábitos, a eso se le llama crecer en un ambiente obesogénico, donde los hijos heredan hábitos y costumbres poco saludables de los padres.
Para modificar nuestra carga genética es muy importante seguir una vida con hábitos saludables en cuanto a la alimentación, recreación y actividad física, consumo de tabaco, alcohol y otras drogas, etc.
Dentro de los hábitos saludables destaca la actividad física, ya que trae beneficios como prolongar la vida, mejorar la calidad de sueño, la productividad laboral o educativa, el estado de ánimo y disminuir el riesgo de padecer enfermedades crónicas.
Es cada vez más común recibir, junto con tratamientos médicos prescripciones de hacer ejercicio, ya que se ha comprobado que mejora la respuesta a tratamientos médicos.
“No existe crema anti-aging, tratamiento detox, vitamina o suplemento que tenga tantos efectos positivos a nivel de ADN como el ejercicio.”
En realidad es bien sabido que hacer ejercicio es beneficioso para la salud, pero ahora los científicos están demostrando qué sucede en un cuerpo en movimiento. Por ejemplo, cuando el cuerpo está en movimiento es más fácil reducir el tamaño de los depósitos de grasa, los telómeros que son una parte de nuestro ADN están protegidos, lo cual reduce el envejecimiento celular, hay una mejora de la circulación de la sangre en el cerebro lo que hace que se creen nuevos vasos sanguíneos, e incluso, durante el ejercicio el cerebro libera sustancias químicas que reducen el dolor y mejoran el estado de ánimo. El corazón bombea más sangre irrigando los músculos para que resistan la fatiga, en ejercicios de contracción muscular con peso el movimiento ayuda a los músculos a generar más presión sobre los huesos, mejorando así la densidad ósea, y también mejora la circulación de la sangre a la piel favoreciendo la cicatrización de heridas.
En el Reino Unido los médicos del NIH (National Institute of Health) están investigando diferentes tipos de ejercicios según tratamientos médicos específicos, para acompañar de forma eficaz el tratamiento farmacológico con actividad física.
Hacer ejercicio beneficia a todos: niños, jóvenes, ancianos, mujeres embarazadas, etc. Y aunque las recomendaciones son diferentes para cada uno, siempre es positivo mantener el cuerpo en movimiento, no es necesario entrenar con mucho peso ni a gran velocidad, se puede trabajar con el peso corporal.
Energía:
A veces dejamos de hacer ejercicio por que sentimos que nos falta energía cuando la verdad es que el ejercicio hace que tengamos más energía, no nos la quita como muchos creen. Hacer ejercicio de 3 a 4 veces por semana, de baja a moderada intensidad, mejora la energía y disminuye la fatiga, en menos de 4 semanas. El ejercicio mejora el balance de fluidos y sales corporales, ayudando al cuerpo a utilizar mejor el azúcar y a quemar grasa, y cuando este se realiza de forma regular mejora el tamaño y numero de mitocondrias -la célula más conocida como la fabrica de energía de nuestro cuerpo que se encarga de producir energía y de “quemar grasa”.
Cuenta los pasos que das en un día con un reloj de actividad:
“Sitting is the new smoking”. Dicen que estar sentado es el nuevo fumar; mientras menos movimiento hace una persona, mayores son las probabilidades de contraer cualquier enfermedad. Los nuevos relojes que monitorean la actividad diaria sirven para evidenciar lo quietos que llegamos a estar a veces, cuando realmente todos podemos hacer un esfuerzo por movernos un poquito más, caminando o montando bicicleta al trabajo, usando escaleras en vez del ascensor, paseando al perro o saliendo a caminar 40 min al llegar a casa del trabajo. Solo al mantener un promedio de 7 mil a 10 mil pasos al día puede mejorar nuestro estado de salud.
Ejercicios para disminuir el estrés, la depresión y la ansiedad:
En estos casos se recomiendan ejercicios de intensidad moderada en forma regular, como por ejemplo yoga, pilates, natación, ejercicios de fuerza… Está comprobado que el ejercicio te aleja de tus pensamientos, ya que la concentración que exige estar pendiente de tu respiración o intentar mantener el equilibrio en cierta posición, no permite que la mente viaje más allá. El ejercicio ayuda a despejar la mente y a liberar pensamientos negativos dando una sensación de bienestar y calma. Además, se liberan hormonas como la serotonina y las endorfinas, hormonas del placer y la felicidad, lo cual disminuye también el cortisol, la hormona del estrés.
Es importante mencionar que los resultados que uno obtiene al entrenar con peso son muy diferentes a los del ejercicio cardiovascular. De hecho, la única forma de esculpir el cuerpo y marcar los músculos es trabajando con resistencia y/o fuerza.
Está comprobado que trabajar con peso mejora la respuesta a la insulina, acelerando el metabolismo y previniendo enfermedades como la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2.
No existe crema anti-aging, tratamiento detox, vitamina o suplemento que tenga tantos efectos positivos a nivel de ADN como el ejercicio.
Con el tiempo se ha demostrado que el movimiento del cuerpo es más rápido y fácil cuando los músculos están fuertes, por eso vemos que los deportistas de elite se preparan practicando diferentes disciplinas de estiramiento, fuerza y resistencia. Una persona que toda su vida se ha mantenido activa va a tener una menor pérdida de músculo y una mejor densidad ósea; las mujeres, por ejemplo, pierden estrógeno durante la menopausia, esta hormona protege los huesos, entonces es usual que estos pierdan sustancia calcárea con los años, por eso es tan importante mantenerlos fuertes a lo largo de la vida de forma continua.
Y tú, ¿cómo te estás ejercitando?
buen artículo y muy motivador
Yo no me ejercito, siento que deberia empezar a correo al menos pero las ganas me faltan