Las mujeres en las empresas

Sumándose a la lucha por la equidad y reconociendo la importancia de contar con data actualizada, Ipsos realizó este año el primer estudio sobre Equidad de género en las empresas. Se trató de 748 encuestas virtuales a gerentes, ejecutivos y asistentes de empresas top 2500. Los resultados no son muy alentadores, pero la existencia de este tipo de estudios nos permitirá evaluar en el tiempo si estamos por un buen camino.
Lo primero es el famoso techo de cristal, que hemos explicado en artículos anteriores: son diferentes barreras que impiden a las mujeres avanzar en una carrera profesional, haciendo que el porcentaje de hombres sea mayor conforme se asciende en una organización, independiente de los logros o capacidades que tengan.
Dividiendo los cargos en 5 bloques, encontramos que en los dos inferiores (por ejemplo, apoyo administrativo), el número de mujeres es superior al de los hombres: 1 de cada 3 mujeres se queda en este nivel (35%), pero solo 1 de cada 10 hombres lo hace (9%). En el nivel intermedio, denominado segunda línea, encontramos paridad: 22% de las mujeres están aquí y 23% de hombres. En los dos niveles superiores volvemos a encontrar grandes diferencias: en la primera línea se encuentra el 59% de hombres y solo 38% de mujeres, mientras que a puestos de máxima autoridad llega un 10% y solo 4% de mujeres.
Las barreras que enfrentamos
La principal barrera que se señala para que las mujeres accedan a cargos gerenciales es la carga familiar: como hemos visto, las mujeres cargan mucha más responsabilidad de las tareas domésticas, a pesar de que ambos miembros de la pareja tengan responsabilidades laborales. Lo alarmante es que, si bien la mayoría reconoce que este es su principal problema (uno que se podría solucionar rápidamente si se quisiera), las máximas autoridades señalan como motivo la escasez de mujeres calificadas. Como vimos, en el nivel intermedio hay igual número de hombres y de mujeres, así que no puede ser un problema de cantidad. ¿Es un problema de calificación entonces? Sabemos que no: el número de mujeres que termina una carrera universitaria es prácticamente el mismo que el de los hombres y, si las mujeres han logrado llegar a este nivel intermedio igual que los hombres, resulta imposible decir que están menos calificadas para ascender. Simplemente no se les da la misma oportunidad. De hecho, 19% de mujeres afirma que la principal barrera que enfrentan es el estereotipo de género.
¿Cuáles son estos estereotipos?
Por ejemplo, 31% de hombre afirma que las mujeres son más emocionales al tomar decisiones en una jefatura y 19% de encuestados preferiría un jefe hombre que una jefa mujer. Hay la creencia de que las mujeres deben estar en posiciones donde se necesita empatía, como Recursos Humanos.
A pesar de las claras diferencias, 7 de cada 10 empleados creen que hay igualdad de género en las oportunidades que dan sus empresas. Son los hombres, especialmente los que alcanzaron altos rangos, los que perciben que no hay problemas de equidad, lo cual es de esperarse, ya que no son ellos los perjudicados con la desigualdad. Y 21% de encuestados piensan que no es necesario implementar políticas para alcanzar la igualdad de oportunidades.
Está demostrado que la equidad tiene un impacto positivo no solo en las personas, sino en la rentabilidad de las empresas. Sin embargo, esta no va a llegar por arte de magia: es necesario implementar políticas específicas que ayuden a identificar la desigualdad y empezar a combatirla. Crear un espacio de igualdad es fundamental y no se trata de empezar en la educación o en el hogar, se tienen que pelear todas las batallas a la vez. ¿Qué podemos hacer desde nuestro escritorio? Empezar por reducir ese porcentaje de personas que creen que no hay un problema. La inequidad nos afecta a todos y debemos comenzar por visibilizar el problema.
Fuentes:
Redactora de actualidad y política en Vitamina M. Psicóloga social con 7 años de experiencia en investigación de mercado.