Influencers bajo la lupa

Unos zapatos. Unas sombras para los ojos. Un bolso de playa. Visitas a restaurantes. Un shampoo. Un viaje. Unas pastillas “adelgazantes”. Es común ver estos productos y servicios siendo publicitados en Instagram por influencers. Y aunque es cierto que existen contenidos de mucho valor, los hay también dañinos y muy nocivos.
Por: María José Chávez Carrillo* / Collage de Sandro Lizano
Recientemente, el Ministerio de Salud del Perú compartió una publicación alertando sobre las “pastillas milagrosas”. Si tienes un perfil en Instagram es muy probable que ya te hayas cruzado con las cuentas de algunos famosos promocionando unas “pastillas mágicas” que prometen hacerte bajar hasta 4 kilos en una semana. Además, el producto asegura “quitar la ansiedad”.
Estos perfiles están abiertos a todo el público y pueden ser seguidos, en una importante proporción, por adolescentes vulnerables en lo psicológico y que están expuestos a estos mensajes. Los artistas y bloggers que publicitan este producto lo hacen bajo la promesa de “verse como ellos”, es decir, “¿por qué ser tú cuando puedes ser yo?”.
La responsabilidad de los influencers

Victoria Rivera-Barrachina, profesora de la Universidad de Murcia, comentó en una conferencia que “el 40% de las decisiones de compra se toma en base a contenidos referenciados por influencers”. ¿Se habrán puesto a pensar estos influencers en las consecuencias que pueden tener los productos que publicitan? ¿O será que han asumido que las personas que no tienen “el cuerpo perfecto” no son sanas?
Por ejemplo, la investigación “Social media, body image and food choices in healthy young adults” concluye que la exposición a contenido relacionado con imagen podría estar impactando negativamente en la percepción corporal y decisiones en jóvenes adultos.
“¿Se habrán puesto a pensar estos influencers en las consecuencias que pueden tener los productos que publicitan? ¿O será que han asumido que las personas que no tienen “el cuerpo perfecto” no son sanas?”.
En esa misma línea están los filtros y aplicaciones de edición. Ya no solo es maquillaje o peinado, ahora existen herramientas capaces de distorsionar la realidad: lucir más delgado(a), suavizar la piel y hasta reducir algunos centímetros en la cintura. Todo esto comunica una sola cosa: un estándar de belleza homogeneizado. Lo que somos versus lo que pretendemos ser. Hemos creado una identidad digital ficticia que nos complica el vivir en el mundo real.
La firma Carolina Herrera, por ejemplo, es una de las pocas que se mantiene lejos del mundo de los influencers. En palabras de la misma diseñadora venezolana durante el Latin American Fashion Summit: “Para mí, (las influencers) no son el estilo de la moda. Son el estilo del dinero […] Ellas no tienen su estilo. Ellas se ponen lo que les den para un show”. Y es precisamente eso lo que viene sucediendo con muchos influencers peruanos que se han convertido en meras vallas publicitarias que muchas veces no prueban el producto o servicio que recomiendan.
“En aras de producirse como canal publicitario, los influencers pagan un precio muy alto del que probablemente todavía no sean conscientes: su privacidad”.
Sin embargo, en aras de producirse como canal publicitario, los influencers pagan un precio muy alto del que probablemente todavía no sean conscientes: su privacidad. Cuentan en tiempo real qué les gusta, dónde están, qué compran, con quién y para qué. No hace falta preguntarles nada, ya nos han contado todo. “Valemos la información de mercado que podemos dar. Y cuando lo hayamos confesado todo, no valdremos (para) nada”. (Cuerpos y máquinas para adelgazar al Gran Hermano, 2008)
Un estudio de InfluencerDB, estimó que existen actualmente 500 mil influencers activos en Instagram, de los cuales el 39% supera los 15,000 seguidores. 500,000 personas tratando de vendernos siempre algo ha ocasionado que se produzca una enorme confusión entre la capacidad de influir y tener una gran cantidad de seguidores.
Beatriz Portela, CEO de la agencia de influencers Okiko Talents de España, afirma que “quienes realmente funcionan lo hacen gracias a que son percibidos como personas corrientes que, de vez en cuando, recomiendan productos. Si esas personas se convierten en hombre o mujer anuncio, pierden toda la credibilidad y su esencia”.
El papel de los consumidores

Afortunadamente las autoridades ya han tomado iniciativa en este tema y, en 2019, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), publicó la “Guía sobre Publicidad Digital y recomendaciones para influencers”. En ella, se explican detalladamente las acciones de transparencia que desde ahora deben implementar. Esta iniciativa de regular la publicidad en redes sociales resulta muy ventajosa pues los seguidores pueden distinguir los productos publicitados y pagados de los promocionados por voluntad propia.
Esta claridad no solo contribuye a fortalecer un sector tan ‘nuevo’ como las redes sociales, sino que, además, es siempre retribuida por los seguidores que valoran las buenas prácticas. Internet es un espacio absolutamente libre y democrático que nos ha llevado a este nuevo contexto en el que las redes sociales son también un espacio para aprender a interpretar el mundo.
“Nosotros tenemos el poder de decidir, démonos la oportunidad de apostar por contenidos constructivos que sumen valor a nuestras vidas”.
Por ello, considerando que Internet es beneficioso para el desarrollo de la humanidad, urge que como consumidores nos informemos y formemos, eduquemos y actualicemos sobre esta herramienta y el poder de nuestros clics. Tener un perfil en una red social no es solo elegir la foto que vas a subir, es también saber que tenemos una huella digital compuesta por todo lo que hacemos, buscamos, seguimos en Internet.
La autenticidad de los influencers es cada vez más valorada por los seguidores y no cabe duda que futuras generaciones demandarán cosas nuevas. Pero, ¿habrá sitio para todos o solo lograrán trascender aquellos que consigan la fidelidad de su público mediante la creatividad, la ética, la responsabilidad y la conciencia?
Nosotros tenemos el poder de decidir, démonos la oportunidad de apostar por contenidos constructivos que sumen valor a nuestras vidas. Si te sientes atacado u ofendido por la persona que sigues, deja de seguirla. Limpia tus redes sociales, es la mejor manera de auto protegernos. Tú eliges qué consumir.
Sobre la autora:
*Licenciada en Comunicación. Más de 5 años de experiencia en periodismo, relaciones públicas e imagen institucional. Ha sido reportera de televisión, consultora de comunicación y actualmente es coordinadora de prensa de una universidad peruana.
Redactora de actualidad en Vitamina M. Licenciada en comunicación con más de 5 años de experiencia en periodismo y PR.