Historia del feminismo: ¿qué nos dejó la segunda ola?

A diferencia de la primera ola del feminismo, que se centró en el sufragio y algunos derechos cívicos, la segunda ola llevó el debate a temas de la esfera privada. Inició en la década de los sesenta y ahondó en la sexualidad, la familia, los derechos reproductivos y la desigualdad laboral.
Las bases de la segunda ola
En 1949, se publica uno de los principales referentes del feminismo hasta el día de hoy: “El segundo sexo”. Traducido al inglés en 1953, la obra de dos tomos de Simone de Beauvoir es uno de los estudios más completos sobre la mujer.
En el texto, la filósofa francesa explica el androcentrísmo, una visión del mundo en la que el hombre es el centro de todo, mientras que la mujer es definida por los roles asociados a su género y sexo biológico. La obra establece las bases del movimiento feminista demostrando que “no se nace mujer, se llega a serlo”.

Si bien en la primera ola las mujeres ganaron derechos como el acceso a la educación y al voto, tras la Segunda Guerra Mundial retornaron al hogar. Por ello, en los años cincuenta, alejadas de la vida política y económica, eran esposas, madres y amas de casa a tiempo completo. El fenómeno se ve representado en series de televisión y campañas publicitarias en los Estados Unidos, que muestran a mujeres “satisfechas” en el ámbito doméstico.
Recién en “La mística de la feminidad” (1963), la feminista estadounidense Betty Friedan expuso la forma en la que el sistema vendía que la “realización de la mujer” estaba en casa. La autora denominó “el malestar que no tiene nombre” a las dolencias físicas y psicológicas que experimentaron cientos de mujeres cuando regresaron a sus casas a cuidar a sus “hombres” tras la guerra.
Nacen dos ramas del feminismo
Durante la segunda ola, nacen el feminismo liberal y el feminismo radical. El liberal describe la condición de las mujeres como una desigualdad. Sus activistas luchan contra desigualdad a través de cambios concretos, como integrar a las mujeres en puestos de poder a nivel institucional y gubernamental.
En 1966, se funda la Organización Nacional de Mujeres (NOW, por sus siglas en inglés). La organización fundada por Betty Friedan -y otras 48 personas- es una forma de llevar a la acción los argumentos que expone en “La mística de la feminidad”: avocan por la Enmienda de Igualdad de Derechos, el derecho al aborto y rechazan la discriminación.

Por otro lado, el feminismo radical considera que el problema de raíz es el patriarcado y busca reconstruir la sociedad. Este feminismo comienza dentro del Movimiento de Liberación de la Mujer (o Women’s Liberation Movement, por sus siglas en inglés) y es influenciado por el movimiento de los derechos civiles en los Estados Unidos.
Las feministas radicales demostraron que la relación de poder no existía solo en la esfera pública, sino también en la esfera privada. Se oponían a la cosificación de la mujer -por ejemplo, realizaban manifestaciones en certámenes de belleza- y buscaban crear conciencia sobre la violencia física y sexual hacia las mujeres.
Al igual que las feministas liberales, también estaban a favor del aborto. Por ejemplo, en 1971, tanto en Francia[1] como en Alemania[2], se publicaron listas de personas que se sometieron a un aborto cuando estos procedimientos aún no eran legales.
¿En qué concluyeron los cambios?
En Estados Unidos, durante el mandato de John F. Kennedy, se creó la la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (1961) y se convocó a Eleanor Roosevelt para dirigirla. En esta comisión, se evidenció la discriminación laboral (desigualdad salarial y legal). Esto llevó a la promulgación de la Ley de Igualdad Salarial (1963) y la Ley de Derechos Civiles (1964).
Durante la segunda ola se empieza a tomar conciencia de que dentro del ámbito privado también existe una relación de poder. Se empieza a hablar de la violencia doméstica y se crean refugios para mujeres maltratadas y lugares para aprender defensa personal.

Además, se empieza a aceptar que la mujer tiene derecho a decidir sobre su cuerpo. En 1960, la FDA aprueba la píldora anticonceptiva, que recién llega a estar disponible un año más tarde. Se continúa con la discusión sobre la violación conyugal y se legaliza el aborto bajo ciertas condiciones en una serie de países: Reino Unido (1967), Francia (1975), Nueva Zelanda (1977), Italia (1978), Países Bajos (1980), etc.
Durante esta época, también se crearon revistas feministas como “Ms.” (1971), fundada por Gloria Steinem y Dorothy Pitman Hughes; y los Women’s Studies para estudiar e investigar sobre feminismo y género. El primer curso tuvo lugar en la universidad de Cornell en 1969, pero durante los años setenta varias universidades crearon programas e incluso departamentos dirigidos a estos estudios.
[1] Manifeste des 343, fue una petición francesa publicada el 5 de abril del 1971 en la revista Le nouvel Observateur. Fue firmada por 343 mujeres que declaraban haber tenido un aborto.
[2] Wir haben abgetrieben (We’ve had abortions), fue el titular de la revista alemana Stern publicado el 6 de junio de 1971. Fueron 374 que declararon haber tenido un aborto.
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