Del amor al odio: el precio de cometer un error en redes sociales

Con el aumento de followers, llega el precio de la fama en redes sociales: los haters. Esta es mi experiencia personal lidiando con el lado oscuro de internet.
En los últimos meses, he tomado la decisión de que mi negocio personal crezca en las redes sociales. Así funcionan las cosas en el siglo XXI: tienes un negocio o brindas un servicio, lo difundes en redes sociales e, inmediatamente, empiezas a tener más éxito.
Sin embargo, mientras más te expones en internet, más probabilidades tienes de cometer un error ante los ojos del mundo. Si bien nadie es perfecto y todas las personas opinan distinto, los internautas no piensan igual. Para muchas personas, existe una verdad absoluta: todo es blanco o negro.
Bienvenidos haters
Hace unos días, publiqué mi opinión sobre el post de una persona en Instagram. Inmediatamente, recibí varios mensajes de usuarios que me señalaban como una hater, a pesar de que jamás me referí directamente sobre una persona. Realmente, lo ocurrido me sorprendió mucho, ya que solo estaba dando a conocer mi opinión.
Nunca imaginé que un post me podría generar la ansiedad que no experimentaba desde la adolescencia, cuando mis dramas juveniles eran la orden del día. Sentí miedo de perder lo que había construido en redes sociales, miedo de perder clientes importantes y, finalmente, miedo de perder mi credibilidad. En el fondo, no quería que me vieran como una hater.
¿Qué aprendí? Para tener éxito en el ‘mundito’ de las redes sociales, debes tener una personalidad fuerte para ignorar el odio y defenderte. Claro, también puedes difundir contenido light que no ofenda ni altere a nadie, olvidándote de la “respondona” que llevas dentro.
Me sorprendí al darme cuenta de que no soy tan fuerte como creía. ¿Cómo hacen los influencers? Ellos lidian con cientos de haters cada día. Sí, creo que ahora los admiro un poco. Cometer errores en redes sociales es sumamente difícil. Hay que tener mucho cuidado antes de emitir una opinión sobre alguien, especialmente si te cuesta recibir respuestas fuertes y ofensivas (como a mí).
Credibilidad en juego
La verdad es que no puedo lidiar con la ansiedad que me genera ser tildada como una hater. Así que he decidido mantener una actitud imparcial en redes sociales. El bullying cibernético no es para todos. Si no eres realmente fuerte, lidiar con los haters puede ser muy delicado para tu salud mental.
Hace unos meses, James Charles, uno de los beauty gurus más famosos de nuestra época, tuvo un problema muy serio que estuvo a punto de llevarse su carrera (perdió más de 1,2 millones de seguidores en un día). Actualmente, vivimos en la era del cancel culture. A los internautas les encanta idolatrar a alguien para luego verlo caer.
Sinceramente, espero que nuestros errores en redes sociales sean lo suficientemente pequeños como para aprender de ellos y mejorar como personas. Si tienes un emprendimiento y dependes de internet para dar a conocer tu trabajo, piénsalo dos veces antes de emitir una opinión sobre un tema crítico o delicado. En el mundo cibernético, cualquier cosa puede suceder. Nadie se salva.