El feminismo científico


Existe un feminismo distinto al que conocemos… Se trata de un movimiento que también lucha por la igualdad de género, pero para esto se apoya en evidencias científicas de ramas como la biología y la psicología evolucionista, mediante las que plantea que las diferencias que hay entre hombres y mujeres no son solamente culturales. Rechazan, por ejemplo, que el “heteropatriarcado” sea el responsable de las desigualdades.
La psicología evolucionista
Esta rama plantea que muchas de nuestras características de hoy se explican por el ambiente y los retos que enfrentaron nuestros antepasados hace millones de años. Dichas adaptaciones moldearon el cuerpo y el cerebro que tenemos hasta hoy, a pesar de que muchas ya no sirven e, incluso, nos pueden perjudicar. El ejemplo más claro es el consumo de grasa, que hace 6 millones de años resultaba muy difícil (había que salir a cazar, con largos períodos sin el consumo de la misma), por lo que nuestros cuerpos desarrollaron la estrategia de almacenarla cuando estuviera disponible, así como un gran gusto por ella. Hoy, que su consumo resulta muy fácil, nos genera más de un problema.
Esto explica, por ejemplo, el placer que sentimos al estar en familia o entre amigos. En el pasado, estar dentro de una tribu podía ser la diferencia entre la vida y la muerte: en un entorno hostil, quedarse solo significaba un gran peligro. Nuestro cerebro evolucionó para preferir las relaciones sociales y dichas preferencias sobreviven hasta hoy. Bajo esta lógica, los retos a los que se enfrentaron hombres y mujeres fueron muy distintos y explicarían las diferencias de género que existen en el presente. Es importante aclarar que estas teorías no son deterministas; es decir, que nuestras conductas tengan una explicación no significa que no las podamos cambiar o regular.
La explicación de las diferencias
Un ejemplo de diferencias de género sería la capacidad de las mujeres para detectar sonidos agudos (sí, Sheldon tenía razón). La explicación es que debíamos despertarnos ante el llanto del bebé, así que nuestro cuerpo desarrolló esta habilidad. ¿Eso significa que en 2018 somos solo nosotras las que debemos levantarnos cuando un niño llora? Evidentemente no.
Hasta aquí, todo bien. Hay diferencias reales que no se pueden negar, que nos predisponen a algunas habilidades, destrezas y defectos. Las mujeres, por ejemplo, hemos desarrollado más atención al detalle, porque era una capacidad necesaria para la recolección de frutos. Además, somos más selectivas a la hora de elegir parejas sexuales, porque los costos de un embarazo son mucho más altos para nosotros que para ellos (que podían desaparecer luego del acto sexual y, en efecto, lo hacen hasta hoy). Si las mujeres somos más selectivas, la respuesta evolutiva normal es que los hombres sean más insistentes. Todo esto sirve como explicación, mas no como justificación para conductas que algunos pretenden mantener hasta hoy. La psicología evolutiva nos ayuda a entender aspectos de la cultura actual, pero no pretende que, por tener una base biológica, se tengan que aceptar hechos que en nuestro contexto resultan desadaptados.
Minimizar la brecha de género
El problema empieza cuando este movimiento, además de dar una explicación, pretende comparar las desigualdades de hombres y mujeres o afirmar que el feminismo tradicional solo victimiza a las mujeres. Roxama Kreime, líder del feminismo científico, afirma: “No me sumo al victimismo que fomenta un modelo de mujer vulnerable que no puede valerse por sí misma, ni a la idea de que la exhibición de la belleza cosifica ni que vivimos en un patriarcado.” Pretender usar la ciencia para justificar la cosificación de la mujer es ir demasiado lejos. Que evolutivamente los hombres prioricen la belleza de la mujer es una cosa, pero se le vea solo como un objeto sexual que sin belleza física no es nada, es otra.
Por otra parte, esperan que se luche por las “injusticias” que sufren los hombres. “Si al feminismo le importara la igualdad, estaría tan preocupado por la baja representación de los varones en las carreras humanísticas (…). O se preocuparía porque cada vez más varones se suicidan, o porque mueren en promedio ocho años antes.” Es de esperarse que no haya tantos hombres en carreras de humanidades… Cuando un hombre quiere estudiar historia o filosofía, suelen desencadenarse comentarios como “esas son carreras de mujeres”. Esto es machismo y es parte de los motivos por lo que las feministas también luchamos. Si los hombres mueren antes por accidentes o enfermedades es algo que culturalmente no tenemos cómo combatir.
Considero que el feminismo científico funciona muy bien para explicar nuestras diferencias y para entenderlas mejor. Creo que, para luchar contra un problema, es clave comprenderlo bien y, en ese sentido, apoyo esta tendencia. Sin embargo, no concuerdo con minimizar el problema o equiparar las violaciones y feminicidios con la tasa de suicidios de hombres y mujeres.
Redactora de actualidad y política en Vitamina M. Psicóloga social con 7 años de experiencia en investigación de mercado.
Excelente Blog Patricia!!
Me parece que estás abierta al diálogo por eso te entrego mas información de una Persona muy razonable (no es un conservador).
Ciertas cosas que dice puede ir en contracorriente con tu pensamiento pero creo que te interesará bastante escucharlo.
SPOILER: Una mujer feminista Británica que creó los primeros refugios para mujeres cuenta como………………………..