El costo de la desigualdad

Durante más de 50 años la gimnasia artística femenina estuvo totalmente dominada por países de Europa oriental, especialmente por la Unión Soviética (luego Rusia), Rumania, Checoslovaquia y Hungría. Los que tenían y tienen hasta hoy estos países en común, a los que se suma China, es que reclutan a sus gimnastas desde edades tan tempranas como los 3 años. A esa edad les hace una evaluación y si la pasan entran a un programa de entrenamiento intensivo alejados de sus familias, los que no, deben volver a sus casas porque sus padres no suelen pagar clases privadas. Como comenté, esto funcionó muchísimo tiempo, pero desde hace 20 años algo empezó a cambiar. Estados Unidos ganó en 1996 su primera medalla de oro como equipo en los juegos olímpicos y en 2016 se llevó 4 de 6 medallas de oro posibles. El país pasó a dominar el deporte con mucha ventaja y la principal explicación para esto es la diversidad.
En este país las niñas no son evaluadas y descartadas a los 3 años por no tener el “tipo de cuerpo” correcto o no ser suficientemente flexibles: cualquiera puede practicar el deporte, sea o no buena, tenga o no tenga el “biotipo necesario”. De hecho, si buscan fotos de los equipos nacionales, verán que en China, Rumania o Rusia todas las gimnastas tienen cuerpos muy parecidos, mientras que en Estados Unidos la diversidad es clarísima. Esto permite que haya unas gimnastas flexibles, otras que destacan por su velocidad, su equilibrio o su fuerza (como Simone Biles). Si permites que mil niñas desarrollen su potencial en lugar de elegir 10 y presionarlas para que lo hagan, las posibilidades de éxito son significativamente mayores.
“Este año el World Bank Group estudió 114 países y encontró que, si las mujeres ganaran lo mismo que los hombres, la riqueza global aumentaría, en promedio, 160 trillones de dólares (¡$160,000,000,000,000!)”
Lo mismo ocurre con las desigualdades de género: si le quitas oportunidades a la mitad de la población, el nivel de las personas que destaquen será significativamente menor que si pones a todos en las mismas condiciones. Esto no implica quitar oportunidades a los hombres, sino crear más oportunidades para todos.
¿Pero cuál es el costo real de la desigualdad? O mejor aún, ¿cuánto más ganaría el mundo si se les diera a las mujeres las mismas oportunidades? Este año el World Bank Group estudió 114 países y encontró que, si las mujeres ganaran lo mismo que los hombres, la riqueza global aumentaría, en promedio, 160 trillones de dólares (¡$160,000,000,000,000!). Es decir, el dinero que se emplee en acortar la enorme brecha que nos separa hoy, lejos de ser un gasto es una inversión. En 2015 el McKinsey Global Institute dio una cifra más conservadora y calculó 12 trillones para 2025, lo cual sigue siendo muchísimo dinero.
¿De dónde viene la desigualdad? Si bien se habla de diferencias en salarios, la brecha empieza más abajo. Por ejemplo, menos posibilidades de estudiar carreras de ciencia o ingeniería, mayores responsabilidades en el hogar que restan tiempo para el trabajo o los estudios, familias que priorizan el pago de estudios a los hijos hombres, etc. La desigualdad no es la misma en cada país, como hemos visto antes, pero en todos los países hay una batalla que luchar, no solo por el bien de las mujeres, que somos la mitad de la humanidad, sino por el crecimiento económico también.
Fuentes:
https://www.weforum.org/agenda/2018/06/the-high-price-of-gender-inequality/
Redactora de actualidad y política en Vitamina M. Psicóloga social con 7 años de experiencia en investigación de mercado.