Cristina Cilloniz: sanar a través del arte

Hace unas semanas, HP lanzó #KeepEmpowering, un programa que reúne a un grupo de mujeres emprendedoras que utilizan la tecnología para sacar adelante sus proyectos. Para celebrar el lanzamiento de esta iniciativa, la marca organizó un taller liderado por Cristina Cilloniz, en donde se presentó la HP Envy de madera. Aprovechamos este evento para conversar con la artista botánica.
Una enfermedad cambió por completo el destino de Cristina Cilloniz. Cuando le diagnosticaron mola, no solo tuvo que poner su vida en pausa para recuperarse y hacerle frente a las quimioterapias, sino también empezó a replentearse el rumbo de su vida profesional. Como jugando, empezó a pintar acuarelas y ese fue el inicio de lo que hoy es parte de su día a día: el arte.
¿Consideras que el arte transformó tu vida? ¿Por qué?
¡Completamente! ¡Encontré una gran pasión! Todo empezó como jugando… Estuve en enferma y, en mi proceso de sanación, empecé a pintar. Me ayudó mucho a estar en paz, a llenarme de calma y a olvidarme de lo que estaba pasando. La pintura me curó. Ahora me dedicó al 100% a la ilustración y el arte sigue teniendo el mismo efecto en mí: me trae paz.
Sé que empezaste a pintar de forma autodidacta. ¿Tienes algún referente que admires?
Cuando empecé no habían clases de acuarela en Lima, así que no me quedó de otra que explorar sola. Como no tenía apuro, fui aprendiendo poco a poco. A los pocos meses de abrir mi cuenta en Instagram, empecé a recibir mensajes para dar clases: ahí comencé a investigar más y llegué a Domestika, en donde llevé el curso de Ana Victoria Calderon, ilustradora mexicana. Gracias a ese curso, me sentí más segura de poder empezar a enseñar. Podría decir que Ana fue mi primer y mejor referente, pero también hay muchas otras artistas que admiro mucho.

Eres arquitecta, ¿de qué forma crees que tu carrera te ha ayudado a continuar con tu vocación como artista?
Siento que hay un poco de arquitectura en todo lo que hago. Siempre estoy buscando plasmar mi arte en elementos decorativos como el papel tapiz o telas para cojines, mantelería, entre otros productos. Además, en la universidad aprendí varias herramientas para plasmar lo que tengo en la cabeza gráficamente, y bueno, ¡la disciplina!
En una entrevista dices que uno no debería esperar tocar fondo para vivir de su pasión. Antes de tu enfermedad, ¿no vivías de tu vocación?
Desde chica me gustaron las manualidades y el dibujo. En la universidad disfrutaba mucho los cursos creativos y manuales pero, al trabajar, todo eso perdió el encanto para mí. No disfrutaba el día a día y vivía estresada. Definitivamente no era lo mío. Sin embargo, no era muy consciente de eso hasta que me enfermé.
La naturaleza es una constante en tu trabajo, ¿de dónde nace tu amor por las plantas?
Crecí en el campo. Mi abuela tiene una hacienda en Chincha y por eso siempre estuve en contacto con la naturaleza. Vengo de una familia de ingenieros agrónomos y forestales, definitivamente eso me ha marcado. Por otro lado, mi mamá tiene un hotel boutique en Gocta, Amazonas, y en los últimos años ese lugar ha sido gran fuente de inspiración para mí.
¿De qué forma crees que empoderas a las mujeres a través de tu trabajo?
Creo que las motivo a vivir de lo que las apasiona. Sí, es difícil, pero con mucho esfuerzo y amor se puede. ¡Lo que te hace feliz tiene un valor muy grande!
En tu opinión, ¿cómo crees que la tecnología de HP le suma a tu trabajo como artista?
La tecnología de HP me ayuda a llevar mis acuarelas e ilustraciones a todas las superficies. Primero pinto a mano y luego lo digitalizo para poder crear mis patrones, wallpapers y todo lo que es papelería. ¡Es infinito todo lo que puedo hacer realidad con la tecnología!
¿Qué proyectos te gustaría consolidar este 2020?
Este año quiero lanzar mi colección de pañuelos, mi proyecto de objetos de decoración para casa, y organizar mi retiro de arte “Desconectarte”.