Carta al 2018

Se va el 2017 con muchas cosas buenas y muchas malas también –parte del equilibrio. De las buenas una que destaca es la decisión de empezar este proyecto que tomó mucho tiempo, esfuerzo y coraje, pero resultó mejor de lo que esperaba. Encontré en el camino a un equipo de personas, mujeres y hombres, que entendieron con rapidez la esencia de Vitamina M: no queremos ser la próxima revista digital “de moda”, queremos generar un cambio en la sociedad.

Hoy me preguntaron con qué me quedo del 2017… Me quedo con ese panorama de un año que –con muchos altibajos políticos y sociales– nos mostró que cada día hay más mujeres dispuestas a hablar, a exponer su punto de vista, a ser escuchadas. Me quedo con las inmensas ganas de seguir promoviendo el feminismo para impulsar lo que realmente busca: la igualdad de género. Y me quedo con Vitamina M… Con la energía de querer llegar a más niñas y mujeres del país para que entiendan la importancia de su palabra, la magnitud de su pensamiento y el valor de su existencia; un pequeño gran paso hacia una mejor sociedad.

¿Qué espero del 2018? Espero que la sociedad pierda el miedo y el rechazo al feminismo. Espero que más mujeres entiendan lo importante que es decir lo que piensan siempre, olvidándose de la vergüenza o el “qué dirán”.

Espero que la sociedad limeña –tan cerrada a veces– acepte que existe un problema de machismo en el país, desde la familia mejor acomodada hasta la menos afortunada, y que al aceptarlo podamos dar un paso hacia delante y crecer.

Hay una frase en inglés que me gusta mucho, “Here’s to strong women. May we know them, may we be them, may we raise them.” (“Por las mujeres fuertes. Para poder conocerlas, para poder ser ellas, para poder criarlas.”)

A ustedes, mujeres, les deseo eso: ser mujeres fuertes, conocer a mujeres fuertes y criar a mujeres fuertes…, ser felices, valientes, apasionadas y decididas. A ustedes, hombres, les deseo encontrar en el camino a mujeres así, para que entiendan la importancia de promover el feminismo y para que sientan de primera mano el placer que genera estar con una apasionada, con una mujer independiente, con ideales y ambiciones, que no espera nada más que cambiar la forma en la que el mundo la ve.