Bolivia: todos los hechos que llevaron a la renuncia de Evo Morales

El pasado domingo 20 de octubre, se realizaron las elecciones presidenciales en Bolivia. Ese mismo día, cuando el conteo de votos recién alcanzó el 83%, el TREP paró el conteo. Ante lo ocurrido, el pueblo boliviano salió a las calles para reclamar su voto. A continuación, presento un relato detallado de los eventos que condujeron a la renuncia de Evo Morales.
Los precedentes
El 21 de febrero de 2016 se llevó a cabo el llamado referéndum del 21F, que le consultó a la población si deseaban cambiar el artículo 168 de la Constitución Política del Estado. Dicho artículo establecía que el presidente solo podía ser reelecto de manera continua una vez.
El 51% de bolivianos votó por el “No”, anulando la posible reelección de Evo Morales hacia un cuarto mandato. Sin embargo, su candidatura fue habilitada por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), permitiendo su reelección sin límites. En aquel entonces, Morales argumentó que salir electo era su “derecho humano”.
El día de las elecciones
Las elecciones 2019 que se realizaron el 20 de octubre tenían a varios candidatos opositores a Morales; entre ellos, Carlos Mesa, el contrincante con más peso. Si bien el día de las elecciones transcurrió de forma pacífica y con un alto porcentaje de asistencia, mientras se realizaba el conteo de votos y se proyectaba una segunda vuelta para Morales y Mesa, el TREP (Transmisión de Resultados Electorales Preliminares) paró el conteo súbitamente.
Los observadores electorales de la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea señalaron su preocupación ante las incongruencias en Bolivia, ya que el paro duró mas de 22 horas. Cuando el TREP volvió a manifestarse, la ventaja que Morales le llevaba a su contrincante superaba el 10% (impidiendo una segunda vuelta e insinuando su victoria).
“La unión hace la fuerza”
Ante esto, se iniciaron varias protestas pacíficas y comenzó el paro cívico que duró 21 días. La misma semana, el ingeniero Edgar Villegas demostró en TVU las irregularidades en el proceso electoral. Inmediatamente, los bolivianos salieron a las calles a protestar, marchando al ritmo de cánticos y envueltos en banderas de Bolivia.
Se crearon ollas comunes para poder alimentar a la población y se bloquearon las calles utilizando “pititas” (algo que fue mencionado por Morales como objeto de burla). La comunidad boliviana en el exterior también se manifestó, organizando cabildos en más de 30 ciudades. En varios videos difundidos en las redes sociales, también se evidenció el fervor de los bolivianos, quienes entonaban el himno a todo pulmón (cuyo último verso es “morir antes que esclavos vivir”).
“Se crearon ollas comunes para poder alimentar a la población y se bloquearon las calles utilizando “pititas” (algo que fue mencionado por Morales como objeto de burla)”.
Ante las protestas, Morales se pronunció el 26 de octubre, amenazando con cercar las ciudades para cortar el abastecimiento de alimentos. Días más tarde, mientras las protestas a lo largo de Bolivia continuaban, se produjeron enfrentamientos en Montero, Santa Cruz y Cochabamba, dejando un saldo de tres fallecidos (Mario Salvatierra, Marcelo Terrazas y Limbert Guzmán).
Poco a poco, la oposición tomó más peso junto a líderes como Marco Pumari (presidente del Comité Cívico Potosinista) y Fernando Camacho (presidente del Comité Cívico de Santa Cruz). Waldo Albarracín (rector de la UMSA), Soledad Chapetón (alcaldesa de la ciudad de El Alto), movimientos mineros, y lideres indígenas como el curaca mayor de la nación Qhara Qhara, también se manifestaron en contra del gobierno de Morales:
Recién los primeros días de noviembre comenzaron las movilizaciones de personas que viajaron a La Paz para protestar en contra del fraude. Estas fueron atacadas por grupos del MAS, quienes humillaron, flagelaron, violaron e, incluso, tomaron como rehenes a las personas que iban en las caravanas.
El fin de semana clave
El viernes 8 de noviembre, en Cochabamba, policías de la UTOP (Unidad Táctica de Operaciones Policiales) subieron al techo de sus recintos junto a banderas para demostrar su apoyo al pueblo. Acto seguido, la policía de los nueve departamentos de Bolivia se amotinó.
Ese mismo día, Fernando Camacho se reunió junto a Nelson Condori, líder de los Ponchos Rojos (quienes eran afines al gobierno del MAS) para reclamar la renuncia del presidente y luchar en contra del racismo. En ese momento, Morales pidió la pacificación del país. Al día siguiente, las Fuerzas Armadas anunciaron que no se enfrentarían con el pueblo, mientras que México reveló que venía recibiendo demandas de asilo.
El domingo 10 de noviembre, la Organización de Estados Americanos publicó el informe preliminar sobre su auditoría, estableciendo que no se podían validar los resultados de las elecciones de Bolivia por graves irregularidades. La OEA recomendó establecer un nuevo proceso electoral.
Nuevas elecciones
Ese mismo día, Morales convocó a nuevas elecciones. Carlos Mesa mencionó que el binomio Morales-Linera no podría presentarse, citando el artículo 168 de la CPE y el referéndum del 21F. Asimismo, la Central Obrera Boliviana (COB) -aliada del gobierno de Morales- y las Fuerzas Armadas también sugirieron la renuncia del presidente.
En la tarde del domingo (16:24), Fernando Camacho ingresó al Palacio de Gobierno junto a Marco Pumari y Eduardo León para dejar la carta de renuncia a Evo Morales. En ese momento, inició una ola de renuncias de funcionarios del MAS y, momentos más tarde (16:50), Evo Morales renunció a la presidencia.
La noche del domingo al lunes, hordas de personas afines al gobierno del MAS se dirigieron de El Alto hacia ciudad de La Paz. Medios de transporte como los Puma Katari fueron quemados, la casa de la periodista Casimira Lema fue saqueada y la casa del rector de la UMSA (Universidad Mayor de San Andrés) también fue quemada.
La incertidumbre y el miedo a más vandalismo continuaron los primeros días de la semana. Recién el miércoles 13 de noviembre, la senadora Jeanine Áñez Chavez asumió la presidencia bajo el artículo 170 de la CPE.