A través del lente de Lee Miller


Seguramente cuando escuchas hablar de “Poughkeepsie”, lo primero que se te viene a la cabeza es el episodio de Friends, pero pocos saben que una de las mujeres corresponsales durante la Segunda Guerra Mundial nació ahí. Lee Miller nació en el estado de Nueva York en 1907 y a lo largo de su vida fue conocida por estar a ambos lados de la cámara. Después de un encuentro con Condé Nast -que la salvó de un posible accidente de tránsito- empezó a modelar para la revista Vogue. No era la primera vez que Miller se distinguía por su apariencia…, por el contrario, su “feminidad” es uno de los atributos de los que más se habla.
Desde pequeña posó ante la cámara de su padre Theodore Miller, y a lo largo de los años sería fotografiada por distintos artistas como George Hoyningen-Huene, Edward Steichen y Man Ray -quien también fue su pareja-. Pero lo que puede ser visto como una simple relación artista-musa fue en muchos casos una muestra de poder de aquellos fotógrafos sobre ella. Su padre la introdujo al mundo de la fotografía desde pequeña, no sólo explicándole aspectos técnicos, pero también haciéndola posar desnuda cuando era solo una niña.
Lee se mudó a Paris cuando tenía 22 años para convertirse en fotógrafa y ser la aprendiz de Man Ray. Durante los años que vivió ahí conformó un círculo de amigos entre los que contaban Pablo Picasso, Marx Ernst -por los que fue retratada- y Jean Cocteau. Fue en París que Lee decidió abrir su propio estudio de fotografía y muchas de las fotos que ella tomó durante ese periodo fueron atribuidas al artista surrealista. Las diferentes relaciones que mantuvo con Man Ray (amorosa, profesional, o artística) permitieron a ambos crear algunas de sus fotografías más conocidas. Sin embargo, si bien artísticamente ambas personas se beneficiaron, la relación estaba cargada de celos y violencia de parte de Man Ray. Marcada por estas actitudes -críticas, amenazas y acoso-, Miller decidió terminar con la relación y regresar a Estados Unidos.
“Esta decisión la llevó al periodismo fotográfico; comenzó trabajando para la revista Vogue, donde el interés principal era captar a las mujeres americanas que estaban colaborando en la guerra.”
Una vez de vuelta en su país natal, Miller abrió otro estudio de fotografía en Nueva York, donde tuvo la oportunidad de trabajar para clientes como Elizabeth Arden y Saks Fifth Avenue. Ahí conoció a su futuro marido, Aziz Eloui Bey, un empresario egipcio con quien se mudaría a El Cairo. Durante los años que vivió ahí, Miller exploró la fotografía surrealista; pero después de unos años decidió retornar a Paris, donde conocería a su segundo esposo: Roland Penrose. Se mudó a Inglaterra junto a él, y al originarse la Segunda Guerra Mundial, la fotógrafa decidió quedarse en el país y no retornar a Estados Unidos.
Esta decisión la llevó al periodismo fotográfico; comenzó trabajando para la revista Vogue, donde el interés principal era captar a las mujeres americanas que estaban colaborando en la guerra. Como lo menciona un artículo de la BBC, “La necesidad de equilibrar las demandas de una revista de moda prominente con informes de guerra nunca fue fácil para Miller”. Sin embargo, en diciembre de 1942, fue acreditada por el ejercito americano como corresponsal de guerra, lo cual la convertiría en una de las cuatro únicas mujeres realizando esa labor.
“a pesar de tantas dificultades, Miller logró inspirar a artistas mundialmente conocidos (Picasso, Magritte, Cocteau, etc.) y desafió del concepto del foto-periodismo de guerra, trabajando en un ambiente del cual las mujeres eran normalmente excluidas.”
Fotografió acontecimientos como The Blitz –bombardeos de parte de los alemanes a distintas ciudades británicas-, la batalla de Alsacia y la liberación de Paris. Miller también documentó los campos de concentración en Bunchenwald y Dachau, y el uso de napalm en la ciudad de St. Malo (Francia). Trabajó junto al corresponsal de la revista Life, David E. Scherman durante ese periodo, y fue él quien tomó la conocida fotografía de Miller en la bañera del apartamento de Hitler. Al terminar la guerra, Miller sufrió de estrés postraumático y eventualmente reemplazó la fotografía por la cocina.
Miller fue una de esas mujeres que rompió con los estándares de su época y que aún a pesar de sus logros, resulta desconocida para muchos. Llevó una vida llena de obstáculos, ya que fue violada cuando tenia apenas siete años; mantuvo relaciones amorosas dañinas, sufrió de estrés postraumático y falleció a causa del cáncer. Sin embargo, a pesar de tantas dificultades, Miller logró inspirar a artistas mundialmente conocidos (Picasso, Magritte, Cocteau, etc.) y desafió del concepto del foto-periodismo de guerra, trabajando en un ambiente del cual las mujeres eran normalmente excluidas.