10 cosas que debes saber sobre el consentimiento

El consentimiento es cuando una persona acepta hacer algo. Aunque no siempre tiene connotación sexual, en esta ocasión me referiré al consentimiento en el plano del placer: ya sea besar, tocar o tener sexo (oral/penetración). Antes de hacer cualquiera de esas cosas, tiene que quedar totalmente claro que ambas partes involucradas así lo desean. Y hay más de una manera de afrontarlo.
Cuando se trata de sexo, el consentimiento es obligatorio. Algunas personas insisten en el enfoque de “no es no”: la idea de que, al menos que digas “no” explícitamente, has dado tu consentimiento implícitamente. Otras prefieren el nuevo estándar de “solo sí significa sí”, donde a menos de que digas “sí” no has dado tu consentimiento.
Independientemente de la vía que elijas, creo que todos estamos de acuerdo en que queremos que, tanto nosotros como nuestras parejas, estén entusiasmados por el encuentro sexual. Un encuentro sexual se cumple idealmente con un consentimiento entusiasta y no en una situación en la que alguien se siente obligado o presionado a decir que sí. Pero, ¿cómo saber al 100% que todas las partes están cómodas con la situación? Esta lista podría ayudarte.
1. La conversación debe comenzar antes de que las cosas se calienten
Es mucho más fácil hablar sobre tus necesidades, deseos y limites antes de estar desbordada por las hormonas y las sensaciones físicas. Muchas personas, especialmente personas que ponen los deseos de otros antes de los suyos o que han sufrido algún trauma, pueden tener dificultad comunicando su consentimiento en el acto.
2. El consentimiento es especifico
Decir sí a una cosa no significa que estés dando consentimiento para otras cosas. Por ejemplo, querer besar a alguien no necesariamente insinúa que quieras dar o recibir sexo oral. Existe un consentimiento especifico antes de participar en cualquier actividad sexual, ya sea tocar, abrazar, besar, sexo (oral, vaginal, anal) o antes de cualquier transición hacia algo nuevo.
Tip: para las personas con más experiencia o que ya se conocen bien, pueden establecer una regla de “solo no significa no” ya sea antes de comenzar el encuentro sexual o después de haber obtenido el consentimiento para ciertos actos específicos. De esta forma podrán tener un encuentro fluido sin tener que parar antes de cada actividad. Además, podrán explorar y ser creativos hasta que les den el pare si algo no se siente bien. Esto es para personas que ya saben exactamente lo que quieren (y no quieren) y son lo suficientemente asertivos como para comunicarlo.
3. Consentimiento en el presente no significa consentimiento en el futuro
El consentimiento es necesario en cualquier tipo de relación. Aunque ya hayan tenido relaciones sexuales antes, eso no significa que el consentimiento dure para siempre. Pueden estar casados hace treinta años o recién haberse conocido esa misma noche, pero siempre es vital respetar los límites de la otra persona.
4. Puede ser retirado en cualquier momento
Tienes todo el derecho de decir que sí y luego cambiar de opinión. ¡Puedes arrepentirte en cualquier momento! Incluso si ya están “calentando” la situación o si están en pleno acto, nada de aceptar un “no me vas a dejar así, ¿no?”. Sí, si tú ya no te sientes cómoda no estás obligada a continuar.
5. El consentimiento es dado libremente
Decir “sí” bajo presión no es consentimiento, es coerción. No presionar significa no rogar, fastidiar ni manipular a la otra persona. Consentimiento bajo amenazas de violencia física o psicológica (como publicar fotos privadas) tampoco es consentimiento.
6. No puedes recibir consentimiento de alguien que no tiene la capacidad de darlo
Esto aplica a menores de edad y a cualquier persona que esté demasiado borracha, intoxicada o enferma para dar un consentimiento claro y válido. Lo mismo va para personas que están dormidas o inconscientes. Si bien esto debería ser obvio, por alguna razón en la sociedad actual no lo es.
7. El silencio no es consentimiento
Presten atención a la comunicación verbal y no verbal. No decir “no” no es lo mismo que decir “sí”. Si tu pareja te dice “sí”, pero se pone tensa, se aleja o la empiezas a sentir incómoda, es momento de parar y preguntar si todo está bien para saber si la otra persona quiere continuar o ir más lento.
8. El consentimiento se da a través de las palabras y no de la ropa (o la falta de ella)
No importa qué tiene puesto o no tiene puesto. La desnudez no implica una luz verde para ser tocada sin permiso. Puedes estar calata con alguien, pero eso no significa que le estés dando el consentimiento para tocarte.
9. El consentimiento tiene que ser informado
Es recomendable que des tu consentimiento si tienes todos los hechos. Por ejemplo, si alguien dice que se pondrá condón para que accedas y luego no lo hace, eso no es un consentimiento informado. O, si alguien omite información importante sobre su estatus de ITS, tampoco es posible dar un consentimiento completo.
10. ¡No tiene que malograr el mood!
El consentimiento puede ser muy sexy si lo abarcas con confianza sobre lo que quieres hacer y compartir con otra persona.
Redactora de sexualidad en Vitamina M. Fundadora de “Corazón con leche”. Psicóloga y bióloga.
Excelente Raquel! Muchas gracias!
Qué importante considerar y entender que tenemos el derecho sobre todos estos aspectos.